De forma general, durante una transferencia de calor, la energía cinética de las partículas del material que recibe el calor aumenta. Cuando la energía almacenada aumenta, también lo hace la longitud de estos enlaces. Así, los sólidos normalmente se expanden al calentarse y se contraen al enfriarse; este comportamiento de respuesta ante la temperatura se expresa mediante el coeficiente de dilatación térmica (típicamente expresado en unidades de °C-1)
En otras palabras tanto el coeficiente de dilatación lineal, superficial o volumétrica es la proporción que aumenta la longitud, superficie o volumen de un cuerpo al aumentar la temperatura. Esta proporción es prácticamente constante en una amplio rango de temperaturas, por lo que se considera constante. La condición básica de la dilatación es la elasticidad, es decir, se habla de dilatación cuando un cuerpo aumenta sus dimensiones con la temperatura, pero las recupera cuando esta baja.
Para sólidos, el tipo de coeficiente de dilatación más comúnmente usado es el coeficiente de dilatación lineal αL. Para una dimensión lineal cualquiera, se puede medir experimentalmente comparando el valor de dicha magnitud antes y después de cierto cambio de temperatura, como:
Dónde: αL: Coeficiente de dilatación lineal
ΔV: Variación de la temperatura
ΔL: Variación de la longitud
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